Muchas veces, de niños, admiramos a ese compañerito que, por un don que nosotros no poseemos logra escapar de la mayoria de los trabajos obligatorios y, aun asi, lograr seguir siendo el preferido de la maestra, algo que para el resto resulta imposible.
Lo lamentable es que estas personas van perfeccionando su arte de tal manera que, llegados a la edad adulta, siguen aplicando sus criterios para no hacer nada con la diferencia que, al estar en un trabajo pago, son sus compañeros los que deben cargar con su trabajo no hecho.
Por ese motivo, si usted es dueño de una empresa y quiere acabar con esta situacion debe implementar nuestro programa de control de empleados que le permitira no solo saber si cada uno de los miembros de su personal llega a tiempo sino tambien, y muy importante, que esta haciendo durante las ocho horas por las que se les paga.
Llamenos yo y recuerde que su tiempo es dinero... y dinero que no se recupera.
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